sábado, 27 de enero de 2018

Sabamiki o técnica del tronco ahuecado

Sabamiki significa tronco ahuecado o tronco partido y su objetivo es simular en nuestros bonsáis lo que en la naturaleza les ocurre a los árboles cuando se les parte un tronco en dos partes, ha sufrido un ataque de insectos que ha matado parte del árbol o incluso que le ha partido un rayo.

Generalmente esto le ocurre a los árboles más viejos y que más han sufrido las inclemencias de la naturaleza, con lo que en bonsái igualmente es una técnica que nos va a permitir envejecer nuestros árboles de una manera natural.

Normalmente se usa en árboles caducos pero cualquier especie es apta para hacerlo (por ejemplo es muy típico en olivos y ullastres). La idea consiste en perforar la madera produciendo al árbol una herida profunda, pero ojo, con cuidado y sin pasarse y dejando el árbol siempre con vena viva. Lo ideal es aprovechar ya una sección de madera muerta y reducirla hasta tocar la madera viva. Además de crear el propio sabamiki, se pueden quitar tocones, arreglar heridas y partes del árbol que de otra manera afearían el diseño final.

Es muy importante que el agujero permita drenar el agua y que esta no se quede acumulada, de tal manera que no acabe pudriéndose y generando otros problemas. Una vez finalizado, tendremos que mantener esta madera en buenas condiciones. Si trabajamos sobre madera viva utilizaremos pasta cicatrizante para proteger la herida y si lo hacemos sobre madera muerta, sin tocar la madera viva aplicaremos periódicamente un protector de esta como puede ser el polisulfuro de calcio.

Un tipo especial de sabamiki es el uro que se refiere a un agujero en el tronco debido a que en cualquier momento en esa parte del tronco existió una rama.

Para finalizar y muy importante antes de pasar con algunas fotos, no abuséis de esta técnica ya que no parecerá natural.

Olmo de mi colección donde el sabamiki simula el tronco partido por un rayo

Sabamiki en Fresno

Sabamiki en Fresno

Detalle de un sabamiki en el tronco de un Fresno
Uro en tronco de Fresno





jueves, 11 de enero de 2018

Porqué la naturaleza no tiene que alambrar sus árboles

Aprovechando las nevadas que han caído esta semana en la Sierra Madrileña, ayer nos acercamos a dar un paseo por Valsaín y en concreto por la Boca del Asno. Simplemente estaba impresionante... y en ese idílico paraje me surgió la reflexión ¿porqué alambramos nuestros bonsáis?. Todos tenemos una respuesta para esto, pues claro hombre, para que se parezcan a los árboles viejos de la naturaleza, pero... ¿y cómo lo hace la naturaleza? Ya, ya, ya se que lo sabéis, pero al que no lo sepa, aquí le dejo unas pocas fotos del paseo con ejemplos de cómo se las ingenia para hacerlo sin alambre. Espero os guste y  además os sirva como ejemplo para vuestros pequeños árboles.

















martes, 9 de enero de 2018

Primeras recuperaciones del año (Higueras)

Cómo en Navidades no va a ser todo comer y fiesta, aprovechando los ratos libres he empezado a recuperar algunos de los árboles del huerto, en concreto las higueras.

Estas higueras provienen de mi jardín (con aproximadamente entre 1 y 2 años) y en 2014 las planté en el huerto shohin, donde han estado engordando (podéis ver alguna entrada "Huerto para shohin bonsai"). Este verano y por fallo del riego automático este huerto se ha ido en parte al traste, con lo que he decidido ir recuperando aquellos árboles que mejor desarrollo tienen. Las fotos:





A parte de estos ejemplares, el año pasado ha crecido en el jardín de forma espontánea una higuera justo encima de una de las losetas y como estaba en un mal sitio, he decidido ya pasarlo a una maceta para intentar hacer un pequeño mame de esta especie. Al sacarlo, me ha sorprendido el pan de raíces totalmente plano y radial como si estuviera entrenado como bonsái desde hace un montón de años (¡es lo que tiene crecer sobre una baldosa!). Está claro que la naturaleza nos enseña una vez más como tenemos que trabajar nuestros árboles para tener las raíces perfectamente desarrolladas.

Las fotos de este ejemplar.






martes, 2 de enero de 2018

Poda y alambrado Jazmín de invierno (Jasminum Nudiflorum) nº 1

Este diciembre como no podía ser de otra manera le ha tocado poda a este árbol de mi colección al que le dediqué una entrada en este enlace.

Como puede verse en las imágenes siguientes, desde la poda del año pasado el árbol se ha recuperado bien y además a brotado bastante, y por muchos sitios, lo que me lleva a pensar que voy a tener material suficiente para empezar con la ramificación secundaria que estaba algo escaso.




Aunque se ve muy tupido y da pena meterle mano, muchas de las ramas han crecido donde no debían o en la dirección incorrecta, con lo que lo mejor es dar de nuevo un paso atrás e ir haciendo las cosas bien. Tras la poda y el alambrado, el resultado es el siguiente.




De nuevo un "pelón" pero si nos fijamos un poco en los detalles de las ramas, estas a parte de ir afianzando su base, ya han empezado a desarrollar ramas más finas que nos van a servir como secundarias.



Y para finalizar una imagen de una de las partes que más me gustan de este árbol, sus raíces, que al estar enganchadas a un antiguo tocón de madera se han desarrollado con unas curvas muy interesantes. Por cierto, el tocón de madera se está desintengrando y me temo que en el próximo transplante va a tocar quitarlo. Ante esto me surge la duda de si dejar las raíces al aire o intentar ponerlas en una roca donde encajen bien, aunque teniendo ya este grosor va a ser complicado que se ajusten como debería. Ya os contaré...