martes, 17 de enero de 2023

Esmalte Oribe

Cuando te adentras en el mundo de las macetas japonesas esmaltadas, muy pronto te encontrarás con la palabra “Oribe” una y otra vez. Originalmente, Oribe no solo se refería a un tipo de esmalte, sino que representaba un tipo de cerámica producido en Japón a partir del siglo XVII. Durante el período Keicho de Japón (finales del siglo XVI y principios del XVII), el maestro Furuta Oribe (1544–1615) promovió su preferencia por los tazones de té que tenían defectos, ya sea por su forma o en su esmaltado. La cerámica tradicional de Oribe combinaba el óxido de hierro con los colores verde de cobre para crear diseños asimétricos en esta tradición.

織部四方筒向付 5客-Footed Cup (one from a set of five) MET DP220706
Juego de copas de principios del s. XVII de la región de Mino (Mino ware)

Tradicionalmente el esmalte Oribe usaba feldespato, ceniza de roble y óxido de cobre con una proporción comprendida entre el 1 y el 10%. Hoy en día, Oribe se refiere a un color de esmalte que generalmente se hace con carbonato de cobre como colorante. En las concentraciones modernas de alrededor del 5%, generalmente conduce a un color verde brillante y transparente. El uso de concentraciones de cobre entre 0,5 y 2% produce azul, y las concentraciones superiores al 10% pueden producir negro (oribe negro u oribe-guro) cuando se hornean correctamente. Existe una gran variedad de colores en las macetas Oribe japonesas debido a que parcialmente se controla la concentración de cobre en los esmaltes.

Tray from Japan, Momoyama period, late 16th century, oribe glazed stoneware, HAA
Bandeja, periodo Momoyama, finales del s. XVI. Honolulu Academy of Arts

Lo realmente genial del esmalte de Oribe es que es una caja de sorpresas. El esmalte Oribe es un esmalte de cocción a alta temperatura (alrededor de 1260ºC o superior). Cuando el esmalte Oribe se cuece en un horno de oxidación en el que hay suficiente oxígeno para suministrar al combustible que se quema, el esmalte se vuelve verde con reflejos azules ocasionales. Si por el contrario se cuece el esmalte Oribe en un horno de reducción en el que no hay suficiente oxígeno para suministrar al combustible, las llamas sacarán las moléculas de oxígeno del esmalte y de la arcilla, dejando el esmalte con un bonito color rojo con reflejos rosas (oribe rojo o aka-oribe).

Tea bowl in shoe form, Mino ware, Aka oribe type, Edo period, 1600s AD, ceramic - Tokyo National Museum - Tokyo, Japan - DSC09496
Taza de té en oribe rojo, región de Mino (Mino ware), periodo Edo

Una de las peculiaridades que tienen las macetas esmaltadas en Oribe es que presentan unas pequeñas manchas grises, como si se hubieran rociado con spray de color gris o blanco. Hay dos teorías en la formación de este efecto en el esmalte

Según la primera teoría, el efecto de manchas podría ser debido a la captura del carbono. La cerámica Oribe original, así como los esmaltes Shino japoneses más antiguos, muy probablemente usaron esta técnica por accidente. A diferencia de la mayoría de los esmaltes que son una suspensión de ingredientes secos insolubles, los esmaltes Shino tienen una alta proporción de carbonato sódico que es soluble en agua. Durante el proceso de cocción el sodio del carbonato sódico retiene partículas de carbono del interior del horno. A medida que el esmalte se seca, las partículas de carbono atrapadas, flotan hacia la superficie del esmalte y producen las atractivas imperfecciones grises o negras. Este mismo efecto puede conseguirse incluso si se utilizan esmaltes que no contienen sodio. En este caso, el horno debe alimentarse a la fuerza con humo y cenizas para que las partículas de carbono se adhieran al esmalte fundido y queden atrapadas en el momento en que empiezan a endurecerse.

La segunda teoría explica que este efecto del esmaltado podría ser debido es la formación de cristales en el esmalte, siendo en este caso las manchas más parecidas a copos de nieve. Los cristales de esmalte se forman durante el proceso de secado en el horno. Si se utiliza un esmalte saturado de pigmento, o lo que es lo mismo el agente colorante (en este caso el cobre) ocupa un porcentaje suficientemente alto en el esmalte (más del 10%), y con el tiempo suficiente, los sólidos del colorante caerán en el esmalte disuelto por el calor. Este efecto se logra cuando el horno se enfría muy lentamente, lo que permite que el esmalte permanezca en forma líquida durante un período de tiempo más prolongado. Durante este tiempo prolongado, los elementos sobresaturados caerán de la solución y cristalizarán nuevamente en sólidos. Cuando el esmalte se endurezca, quedarán atrapados en el esmalte. 

Efecto spray gris en el esmalte oribe

Lo más fascinante del esmalte Oribe y otros similares, es que independientemente de lo hábil que sea el maestro ceramista, no es posible predecir con exactitud como quedará la maceta una vez terminado todo el proceso.

Maceta de mi colección realizada por Aiba Kouichirou en oribe verde

Referencias

 

Izumi-ya/Zenigo

Izumi-ya es uno de los hornos de macetas de bonsai más antiguos de Tokoname. Ha sido dirigido por dos generaciones de ceramistas, Matsushita Masuhisa el padre y por su hijo Matsushita Masuo.

Hay dos tipos de firma en sus macetas que comparten ambos ceramistas, Izumi-ya (和泉屋) que es el nombre del horno y Zenigo (钱号麘製), que es su nombre comercial. La firma Zenigo se deriva de "zenigo rin-sei", que se usó tradicionalmente como inscripción China de Zhongdu en las macetas de la era Kowatari y se estableció porque el "KO" en la escritura del sello "zeniKO" puede verse como "GO”. Desde sus inicios, una de las líneas de trabajo de Matsushita Masuhisa fue imitar las antiguas macetas chinas conocidas como Kowatari. Cuando las imitaba, él también tomó la firma de KOWATARI"钱号麘製 Zenigo” y la convirtió en su marca comercial. El kanji 钱号麘製 puede ser leído como Senshirin y a su vez como "senshi-rin-sei” que significa “hecho por Zenigo".

Maceta realizada por Matsushita Masuhisa con firma "Senshirin" muy similar a las macetas chinas Kowatari. Referencia: Bonsai Techniques II, John Yoshio Naka


Matsushita Masuo inició su actividad en 1959 y sigue desarrollándola en la actualidad. Obtuvo su acreditación en 1994, año en el que fue reconocido como maestro ceramista. (Sección de Acreditación: Sección General Especialidad: modelado por prensado de moldes). 

El horno se dedica exclusivamente a la realización de macetas sin esmaltar, teniendo una gran variedad de modelos ya que es un horno tradicional y utilizando principalmente la arcilla morada. Aunque realiza macetas esmaltadas y de tamaño pequeño, sus principales productos son macetas grandes y medianas en los colores del barro Tokoname “Karasu-udei”, que es una combinación de arena púrpura importada de China y arcilla de Tokoname conocida como “ibushi”. Es muy popular ya que da a las macetas una apariencia agradable. Otra característica de las macetas de este horno es la incorporación de dragones, conocidos como TATSU-MAKI o dragón sinuoso. 
 
Maceta realizada con relieve de dragón (TASTU-MAKI) y firma Izumi-ya. Referencia: Bonsai Techniques II, John Yoshio Naka


Algunos ejemplos de macetas actuales con relieves de dragones:

Imagen cortesía de tokoname.or.jp

Imagen cortesía de tokoname.or.jp

Imagen cortesía de tokoname.or.jp


Podemos encontrar también macetas de la mujer de Masuo con firma Yae.

A continuación, una selección de macetas para ilustrar el trabajo realizado por este horno y sus maestros ceramistas. 
 
Empezamos por una maceta de mi colección que recuerda mucho a las antiguas macetas chinas. Con sello Zenigo o Senshirin, presenta el color rojizo típico de las arcillas de Tokoname y está oscurecido por la pátina que indica que es una maceta supuestamente muy antigua. 
 



Para finalizar, algunos ejemplos con distintos modelos y acabados, y donde puede observarse la diversidad de macetas realizadas por este horno:

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden

Imagen cortesía de Laos Garden



Las macetas utilizadas para la realización de este artículo pueden ser adquiridas a través de la web de Laos Garden y tokoname.or.jp 

Referencias:

Bonsai Techniques II, John Yoshio Naka
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Sellos y firmas de Izumi-ya/Zenigo

 Senshirin, Zenigo rin-sei, Senshi-rin-sei, Zenigo


Izumi-ya, Izumi-gama

 

Yae (esposa de Masuo) 


 

miércoles, 16 de febrero de 2022

Modelado de macetas mediante planchas o placas

Esta técnica, junto a la de moldeado por presión, son quizás las que más se utilizan para la realización de macetas de bonsái. En terminos generales la técnica consiste en unir las distintas planchas o placas de arcilla mediente el uso de barbotina para realizar nuestra maceta.

Con el fin de obtener las planchas de arcilla deberemos aplicar presión sobre la pasta utilizando un rodillo o una laminadora, dejando el mismo grosor en toda la plancha. Con la laminadora es más sencillo ya que solo tendremos que marcar el grosor que queremos y pasarla por el rodillo, mientras que si utilizamos un rodillo, por ejemplo de los de cocina, tendremos que tener unas reglas de igual grosor, poner pasta entre ellas y pasar el rodillo apoyado en ambas reglas hasta que se allane la arcilla y se enrase con las reglas. Si se necesitan varias planchas, deben hacerse todas seguidas, dejándolas reposar durante un tiempo para que pierdan parte de su humedad y cojan cierta consistencia a fin de poder manipularlas. Hay que vigilar que la humedad perdida no sea excesiva, pues la unión entre las distintas planchas sería defectuosa y se rompería en el proceso de secado o de cocción.

Cortaremos las piezas con una herramienta afilada, como puede ser un cutter, un bisturí o un cuchillo de cerámica, siguiendo el patrón que queramos para la pieza concreta. El patrón podemos tenerlo en papel, cartón o plástico y lo habremos diseñado previamente.

Para la unión de las distintas piezas deberemos rascar las partes que están en contacto y aplicar bien de barbotina que funcionará como un pegamento. Para reforzar las juntas, utilizaremos un cordón de arcilla que uniremos a las dos piezas a unir.

Para ver todo el proceso de construcción de una maceta utilizando esta técnica, podéis consultar la entrada "Maceta de bonsai paso a paso" de este blog.

Os dejo algunos ejemplos de macetas realizadas con esta técnica para que veais las distintas posibilidades.








Modelado de macetas mediante pellizcos

El modelado mediante pellizcos muy probablemente es la técnica más antigua utilizada por el hombre para hacer sus útiles de cerámica y también es una buena opción para hacer macetas para nuestros bonsáis. En mi caso suelo utilizarla para hacer kusamonos o macetas mame para nuestros árboles más pequeños.

Antes de empezar con esta técnica de modelado es importante que amasemos muy bien el barro con el objetivo de eliminar burbujas y evitar que la pieza se rompa durante el secado o posteriormente durante la cocción. Cortamos un trozo de barro que nos quepa en la mano y lo moldeamos para darle forma de bola.
 


 
Cogemos la bola con una mano y con el dedo pulgar de la otra mano presionamos en el centro de la misma haciendo un agujero. Nunca llegaremos a perforar el fondo de la bola.
 
 
Desde el centro y con el dedo pulgar presionaremos las paredes para hacer más grande el agujero. La presión la ejerceremos siempre desde la base de la maceta hacia la boca, poco a poco y girándola suavemente. Con este movimiento vamos haciendo las paredes más altas y más delgadas.
 


Para controlar la forma de la maceta presionaremos por el interior con el dedo pulgar y justo en el mismo sitio, pero por el exterior, colocaremos otro dedo que sirva de contención. Esto nos va a permitir ir controlando el grosor de las paredes e intentaremos que este sea lo más homogéneo posible. Repetiremos el proceso hasta conseguir la forma y tamaño deseado de la maceta.



Con el barro todavía fresco, podemos añadir a la maceta patas o cualquier otro adorno que se nos ocurra.
 
En ocasiones la pieza se toca en exceso y la consecuencia es que calentamos el barro haciéndole perder humedad, reduciendo la plasticidad y esto se notará por la aparición de grietas en los bordes. Para evitarlo, lo mejor es mojarse la manos de vez en cuando para bajar su temperatura, secarlas y seguir trabajando.
 
A continuación os dejo algunas piezas realizadas con esta técnica para que veáis las posibilidades que nos ofrece.