viernes, 12 de febrero de 2016

Acodo de un olmo con "patas"

Hoy os traigo un trabajo que llevaba tiempo planeado y que nunca encontraba el hueco para hacerlo. El olmo que he trabajado presentaba un nebari formado por dos patas que lo afeaba bastante. El caso es que hace bastante tiempo, una de las primeras veces que lo transplanté desde que estaba en mi poder, al quitar la tierra apareció lo que supuestamente era un nebari bastante ancho y bonito, ya que hasta ese momento no tenía prácticamente nada. 

Ese día no me percaté de que lo que parecía un bonito nebari, eran simplemente dos patas rellenas de raíces y tierra. Con el paso del tiempo, la tierra fue secando, las raíces fueron cayendo y se formó un bonito agujero en el nebari que estropeaba el conjunto.

Cuando tengáis una situación como esta, o simplemente cuando el nebari de vuestro árbol no valga para nada, es muy recomendable utilizar la técnica del acodo para arreglarlo.

Esta técnica está muy explicada y hay un montón de sitios perfectamente descrita con lo que voy a hacer un breve repaso utilizando las fotografías de mi trabajo.

Las dos patas y la zona marcada por donde vamos a cortar el anillo de corteza

El anillo pelado. Es importante estar seguro de que se quita todo el cambium y que el anillo es suficientemente ancho para que no cicatrice y cierre sin emitir raíces

Aplicamos hormonas enraizantes en la parte de arriba por donde deberán crecer las raíces

Cubrimos la zona con una rejilla que sujetamos con palillos


Y anclamos al suelo con trozos de alambre


Rellenamos con mezcla de tierra y cubriendo el anillo utilizamos musgo esfagno, que a parte de preservar mejor la humedad, ayuda a que se generen las raíces

Cubrimos todo con mezcla de tierra
Ahora a crecer fuerte y generar muchas raíces

domingo, 7 de febrero de 2016

Transplantando mi Pino Negro (Pinus Thumbergii)

Este fin de semana ha tocado transplante de pinos. El que hoy os presento es un pino negro que adquirí hace unos meses (http://www.oreabonsai.com/2015/12/mi-nuevo-pino-negro-pinus-thumbergii.html) y que ya la tocaba el transplante.

Antes del transplante

Antes del transplante


La primera tarea, sacarlo de la maceta, que estaba tan apelmazada la tierra que tuve que romperla. A continuación y como en todos los transplantes de pinos empezar a quitar tierra y desenredar las raíces lo máximo posible. A la hora de quitar la tierra lo mejor es empezar por arriba y así vamos descubriendo el nebari. Una vez descubierto ya empezamos por abajo y quitamos toda la tierra posible y las raíces más largas. Como es un pino, lo recomendable es dejar al menos un tercio del cepellón y no quitar toda la tierra. Así el árbol puede seguir en simbiosis con las micorrizas del sustrato y nos aseguramos que el árbol va a salir de esta operación tan traumática (siempre cruzando los dedos, por supuesto). Al ir desenterrando las raíces me encontré con dos bastante gordas que estaban en la parte inferior. Como no veía el origen y el final estuve dudando de si cortarlas o dejarlo para un futuro transplante. Sin embargo al final me decidí y las corté.

Las raíces ya trabajadas

Para que las raíces se vayan acostumbrando, esta vez he usado una maceta de entrenamiento de mica rectangular, más grande de lo que debería ser, pero como he dicho para irlo acostumbrando a un recipiente de esta forma.


La maceta preparada

La mezcla usada, kiryuzuna y akadama a partes iguales. Además añado carbón vegetal en contacto con las raíces para que ayuden a estas a asimilar los nutrientes y para evitar podredumbre en las mismas.

La maceta con la mezcla de sustrato y el carbón vegetal

Ahora al invernadero y a esperar a que se recupere bien para seguirlo trabajando.

El pino acabado y listo para descansar