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domingo, 25 de julio de 2021

Injerto de rama en pino negro japonés

Con esta entrada quiero mostraros mi primer trabajo de injerto de una rama en un pino negro japonés. El pino en cuestión, todavía en formación, para mi gusto le faltaba una primera rama potente que le diera un aspecto robusto y austero, como deben ser los ejemplares de esta especie. En el primer diseño de este árbol existía una posible primera rama, en el lado derecho, que me forzaba a quitar otra rama mejor situada en ese lado y lo peor de todo, la candidata a segunda rama, se encontraba en el interior de una curva. Aprovechando esa posible primera rama, e injertándola un poco más abajo en el lado contrario, conseguía tener esa primera rama potente y una segunda rama mucho mejor situada, como puede verse en el diseño 2.

 


Una vez claro el diseño y para facilitar el día del injerto la posición de la rama en su lugar, lo mejor es con tiempo suficiente, alambrarla y llevarla a su futura posición. En mi caso llevaba bastante tiempo dándole vueltas al diseño, con lo que el mismo día que lo vi claro, la posicioné en su sitio con alambre (¡un año antes!).

El árbol alambrado un año antes

El injerto es un método de propagación vegetativa artificial de las plantas, en el que una porción de tejido procedente de una planta, la variedad o injerto propiamente dicho, se une sobre otra ya asentada, de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un solo organismo. En este caso en lugar de dos plantas, el objetivo es que una rama que se alimenta ya del árbol, se una en otra parte del tronco y empiece a alimentarse en ese nuevo punto. El truco de esta técnica es poner en contacto el cambium de la rama a injertar con el cambium del tronco, de tal manera que la nueva rama gradualmente se vaya alimentando del cambium del tronco hasta el momento de estar seguros que puede mantenerse de manera independiente y cortar el injerto.

Una vez explicado el motivo del injerto y en qué consiste este, nos ponemos manos a la obra y lo primero es dejaros las herramientas utilizadas para hacer este trabajo.

  1. Rotulador indeleble
  2. Cuchillo bien afilado o preferiblemente un cuchillo para hacer injertos
  3. Cutter
  4. Grapas, alcayatas o chinchetas
  5. Martillo
  6. Pasta selladora
  7. Cinta para injertos

 

Comenzamos desalambrando la rama y como puede verse en las imágenes, ya se queda en su posición sin tener que forzarla, lo que nos ayuda considerablemente en el trabajo

La rama desalambrada, solo es necesario soltar la abrazadera

Una vez que está la rama suelta, la colocamos en su lugar y dibujados con un rotulador los límites del corte donde encajaremos la rama.

 
Realizamos un corte limpio y prufundo con el objetivo de llegar bien al cambium del tronco, primero utilizando el cuchillo de injertos y luego repasando el corte con un cutter.
 


Pelamos igualmente la rama a injertar hasta llegar al cambium.


Situamos la rama en el corte del tronco asegurando que ponemos en contacto ambos cambiums. Para que no se mueva el injerto, lo sujetamos firmemente con unas grapas, unas chinchetas o como en mi caso con unas alcayatas protegidas con plástico.


Un tema importante para que el injerto vaya hacia delante es que no le entre humedad, para ello primero cubrimos toda la superficie con pasta selladora y a continuación cubrimos bien con la cinta de injertos.




Con esto mi parte está acabada y ahora le toca trabajar a la madre naturaleza para que la rama agarre en su nueva posición, empiece a alimentarse del tronco y podamos cortar el injerto. En las fotos siguientes se muestra el resultado final del trabajo.




Os recomiendo ver estos magníficos vídeos del canal "Caminando entre Bonsáis" que me han servido a mí para realizar este trabajo y que espero os sirvan para profundizar más en este tema. 

 





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 
 

domingo, 28 de marzo de 2021

Transplante a la fuerza

De todos son ya conocidos los efectos de la tormenta filomena. Nuestras macetas no fueron una excepción y debido a las bajas temperaturas y fuertes heladas de esos días, muchas no lo resistieron. Aunque sí que tuve bastantes bajas, de las de bonsáis únicamente he identificado la que hoy os traigo. Es una maceta de las realizadas por mí utilizando la técnica de raku.


Este árbol, un lilo, fue transplantado en marzo del año pasado y durante este año y los próximos le tocaba descansar. Antes de ver las raíces, mi idea era la de "sacar y meter" :-) eso sí, utilizando otra maceta que tuviera unas dimensiones similares a la rota. Buscando encontré esta maceta ovalada que era del mismo tamaño, pero un poco más baja.


A continuación, preparar la maceta y sacar el árbol de la maceta antigua. Al sacarlo lo primero que observo es que el crecimiento de las raíces ha sido espectacular este año. Ya la idea de meterlo tal cual en la maceta nueva no me cuadra tanto...



Cambio de planes, voy a desenredar un poco la raíces y recortarlas lo mínimo posible para que entre con opciones de crecimiento en la mueva maceta



Empezamos el plantado, poniendo algo de sustrato grueso al fondo, rellenando la maceta y colocando el árbol en su posición. Aprovecho a elevarlo un poco de  tal forma que el nebari quede por encima del nivel de la maceta.




Así queda el árbol en su nueva maceta. Una pena la maceta rota ya que a parte del color me encantaba el craquelado conseguido. Quizás me plantee hacer kintsugi con ella.











viernes, 26 de marzo de 2021

Técnicas de ramificación: Engordar sin perder la posición

Hoy os traigo una de las técnicas para la construcción de la ramificación primaria y secundaria: engordar las ramas pero evitando que estas queden mal posicionadas.

La mejor forma de hacer engordar una rama, o una rama y sus ramas secundarias, es dejándolas crecer durante prácticamente toda la temporada de crecimiento. Hay muchas especies que si no hacemos nada, sus ramas tienden a crecer verticalmente teniendo luego que descartarlas o tratar de posicionarlas. El problema de posicionarlas después, es que si han engordado mucho, se vuelven rígidas y es muy dificil corregir la posición de las mismas.

Para poder posicionarlas y además dejar que sigan creciendo lo mejor es hacer este alambrado a principios de primavera, cuando todavía son flexibles, pero tienen cierta consistencia para poder aplicarles un alambre. Corregiremos la salida vertical de las ramas, bajándolas, pero a su vez levantaremos las puntas de las mismas para que puedan seguir creciendo, como puede verse en el dibujo siguiente.

 



De esta manera, en otoño, cuando acortemos las ramas para formar las yemas traseras, ya tendremos la salida de las ramas secundarias en la posición deseada.

El siguiente membrillo está en fase de engorde y de formación de la ramificación secundaria.


Como puede verse en las siguientes imágenes, las ramas secundarias que crecieron completamente hacia arriba, se han bajado en su inicio para posicionarlas, y se han subido en su punta para que sigan creciendo.




 






domingo, 7 de abril de 2019

Poda y transplante en olivo

Con el trabajo que hoy os traigo he terminado de trabajar los olivos de mi colección, que en su mayoría ya conocéis y que os dejo en fotos.


 





Y en concreto os voy a contar el transplante, poda y alambrado de este último que se encontraba como os muestro a continuación y que como podéis ver había crecido bastante bien durante la última temporada. 


Lo primero retirar los alambres del año pasado y podar. A la hora de podar, quitaremos todas las ramas que están mal situadas y trataremos de acortar al máximo las ramas para que brote más cerca del tronco y podamos obtener una ramificación densa y tortuosa. Alambro pero solo para colocar alguna rama. Además el objetivo es dejar bien claras las nubes de follaje y que no parezca un seto. En este caso no defolio, salvo alguna rama que quiero que ramifique. Y tras este primer trabajo, el resultado es el siguiente.


Ahora le toca el transplante que este olivo ya llevaba bastante tiempo en esta maceta de entrenamiento. Quitamos el alambre de sujeción y lo sacamos de la maceta. Como puede verse hay muchas raíces y el cepellón está muy compacto.


Desenredamos el cepellón, quitamos la tierra antigua y cortamos las raíces tratando de dejar el cepellón lo más compacto y plano posible.


Aunque le he dado bastantes vueltas he decidido ya dejar las macetas de entrenamiento y plantarlo en una de bonsái que muy probablemente sea la definitiva. Al ser un olivo necesito una maceta sin esmaltar y dada su forma retorcida me gustaría una maceta redonda. Tengo dos disponibles que me cuadran, una Yixing marrón claro con un acabado que me vuelve loco y una Touyou japonesa de color oscuro. Las macetas...


Ya hora toca probar la Touyou...



Me gusta, pero queda un poco justa y la veo muy alta ya que el árbol también lo es. Probamos la Yixing...



Esta me gusta más y además es mas holgada para las raíces del olivo. Ahora a plantarlo. Rellenamos con tierra la maceta y colocamos el árbol alineado con una de las patas de la maceta que será el frente. Lo volcamos un poco hacia delante para hacer la reverencia y lo sujetamos con alambre.


Añadimos sustrato y palilleamos para que se sitúe bien entre las raíces y no quede aire entre ellas. Una vez terminado de palillear, apretamos los alambres definitívamente y cubrimos de sustrato.


Y ya por último las fotos de rigor del olivo una vez terminado y de como ha quedado el nebari.