El género Tamarix (taray) comprende sesenta especies que pertenecen a la familia Tamaricaceae y son nativas de áreas más secas de Eurasia y África.
Pueden ser arbustos caducifolios o peren-nifolios, o pequeños árboles entre 1 y 15 m de altura, formando densas arboledas o matas.
Se caracterizan por ramas finas y follaje gris verdoso. La corteza de las ramas jóvenes es lisa y rojiza parda. Con la edad se hacen pardo púrpura y rugosas. Las hojas de 1 a 2 mm de longitud, solapadas unas con otras. Frecuentemente están incrustadas con secreciones de sal. Las flores, de rosas a blancas, aparecen en densas masas de 5 a 10 cm de long. en las puntas de las ramas, entre la primavera y el verano, mientras algunas especies florecen en invierno.
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Tarayes de gran porte |
Generalmente pueden vivir en suelos salinos y tolerar álcalis. Debido a esta capacidad el taray es una de las pocas especies arbóreas que se encuentra dentro del humedal de las Tablas y que es capaz de sobrevivir a sus duras condiciones de salinidad y sus periodos de inundación.
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Ejemplares junto a las zonas inundadas |
El taray se encuentra formando bosques que se localizan en las partes más bajas de las Tablas, junto a la ribera de las charcas o en la ribera del propio Guadiana, siendo las zonas más típicas el puente de Molemocho o la Isla del Pan.
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Bosque de tarayes |
Algunos ejemplares tienen más de cien años y sus troncos adquieren formas caprichosas. Su peso y fragilidad, hacen que muchos caigan hasta el suelo, serpenteando, arrastrándose y enraizando de manera natural, como puede verse en las fotografías siguientes.