Decisiones, decisiones y más decisiones...desde luego que el mundo del bonsái, es siempre tomar decisiones.
En este caso, y tras la poda de Marzo del olivo que os traigo a continuación, había algo que me chocaba. Cada día que lo miraba, la parte más alta del mismo me parecía alargada, recta y sin mucho sentido, pero si quería remediarlo, había que cortar... y todos sabemos lo que supone, cero vueltas atrás :-)
Tras evaluar pros y contras y hacer algunas simulaciones, me decidí por cortarlo. A parte de lo dicho que no me gustaba, me parecía interesante reducir el tamaño del árbol y hacerlo más robusto, que es como a mi personalmente me gustan los bonsáis. Una vez tomada la decisión, solo faltaba coger la podadora y “chas” ápice cortado.
Ahora le toca brotar e ir formando las nubes de hojas para que se termine de poner bonito de verdad. Una vez explicado, os dejo el detalle gráfico del trabajo.
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El olivo antes del trabajo |
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Había algo que no terminaba de gustarme |
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Ápice largo y designación del nuevo ápice |
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Árbol más compactado |
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Nuevo ápice |