domingo, 22 de enero de 2017

Árboles de colección: Olmo de Siberia (Ulmus Pumila) nº 2

Otro olmo de mi colección de los que recuperé en el jardín en 2001 con un año aproximado de vida. Este invierno y viendo que ya estaba bastante formado y que tenía que re colocarlo en otra parte del jardín, decidí ya pasarlo a maceta para terminar con la ramificación. 

El olmo en la actualidad
En 2001 recuperé este olmo, aún como plantón y lo coloqué en el jardín para que engordara. Así estuvo hasta 2009 aproximadamente, momento que lo pasé a una maceta de entrenamiento.

En 2009, ya en la maceta

Así estaba en 2010

Aunque el tronco ya era interesante, las ramas no terminaban de coger el calibre correspondiente a dicho tronco. Igual que con otros árboles, y viendo que no evolucionaba como esperaba, en 2011 decidí mandarlo de nuevo el jardín.


En 2011 y en tierra de nuevo
En 2013 engordando un poco más el tronco y
formando alguna rama primaria
A finales de 2013 formando la ramificación primaria
A finales de 2013 ya presentaba un tronco muy interesante en tamaño y textura, así como una ramificación primaria bastante interesante. En este momento ya tenía elegido el frente y me planteaba algunos diseños.

Primeros diseños

Sin embargo, cuando lo recuperé en 2016, donde había mantenido ese diseño original y habiendo crecido una rama más baja en el lado contrario, decidí inclinar el árbol hacia la derecha, dejando la nueva rama como primera equilibrando dicha inclinación. Os dejo en fotos el proceso de recuperación

Recién sacado de la tierra (Frente)

Recién sacado de la tierra (Trasera)

Olmo preparado para meterlo en la maceta

Raíces trabajadas

Raíces trabajadas

Olmo en la maceta, podado y alambrado




domingo, 15 de enero de 2017

Aprovechando raíces para conseguir nuevos árboles

Además de conseguir material para hacer bonsái a partir de semillas, acodos, esquejes de tallos existe la posibilidad de aprovechar las raíces interesantes cuando realizamos el transplante a uno de nuestros árboles. Lo que os muestro a continuación está hecho a partir de un olmo y es algo que ya realicé en su momento con esta misma especie hace unos años y con muy buen resultado.

Olmo obtenido a partir de una raíz

A partir del trabajo de recuperación de un olmo en el jardín (pincha en el enlace siguiente si quieres ver el trabajo Árboles de colección: Olmo de Siberia (Ulmus Pumila) nº 1) en el que salieron bastantes raíces largas y con un buen grosor, decidí volver a repetir el proceso y obtener más árboles a partir de este.

El olmo donante de raíces

Además y viendo que algunas de ellas presentaban un buen grosor y además luego se bifurcaban en varias más, pensé que quizás podría engancharlas en una roca para hacer un bonsái en este estilo. De mis paseos por el monte tenía algunas piedras guardadas y las utilicé con este propósito.

Las raíces seleccionadas

Rocas encontradas durante mis paseos

Lo primero de todo es revisar bien las raíces para ver cuales pueden quedar bien sobre roca (en mi caso solo dos) y una vez identificadas, ir probando sobre las piedras para ver cual es sobre la que mejor encaja. Una vez elegida piedra y roca, tenemos que fijar muy bien la raíz sobre la roca. Para ello yo utilizo bridas, tratando de hacer coincidir las raíces con las fisuras de la roca, de tal forma que queden lo más unidas posible, aunque siempre tendremos la baza de las raíces al crecer se irán ajustando.

Primera raíz sobre roca, cara A

Primera raíz sobre roca, cara B

Segunda raíz sobre roca, cara A

Segunda raíz sobre roca, cara B

Una vez fijadas, ya solo queda meterlas en una maceta honda que permita que la mayoría de las raíces estén enterradas, engordando y que la parte visible vaya adquiriendo aspecto de tronco.

Primera raíz sobre roca, cara A

Primera raíz sobre roca, cara B
Segunda raíz sobre roca, cara A

Segunda raíz sobre roca, cara B
Por último, y con las raíces que no encajaban bien en una roca, decidí plantarlas en una maceta.




Espero que os sea de utilidad y que además os sirva, no solo para aumentar vuestra colección, sino para poner más árboles en el planeta (no solo va a ser arrancarlos ;-) )

viernes, 13 de enero de 2017

Árboles de colección: Arce Tridente (Acer Buergerianum) nº 1

El arce que os muestro hoy es uno de los pequeñines de mi colección. Hasta hoy ha estado en una maceta de entrenamiento, pero he decidido que ya debía empezar a calzar una maceta de bonsái. Aunque de momento la maceta es china y de un coste muy bajo, cuando la vi, por la forma y el color azul claro, me gustó y pensé que podría ir perfectamente para el tono otoñal de esta especie.

Resultado actual de los trabajos

Este árbol junto con otros (de los que solo me ha sobrevivido otro ejemplar) los adquirí por Internet como plantones en 2005. Su primera ubicación fue en tierra en el jardín donde estuvieron un tiempo. Sin embargo, y a pesar de estar en tierra, no estaban creciendo como otras especies que le acompañaban. Creo que era debido al lugar elegido y sobre todo al duro verano que sufrimos en Madrid. Por este motivo y aproximadamente en 2013 lo pasé a maceta de entrenamiento, donde ha estado hasta este año. Durante estos años he tratado de engordar el tronco y de formar la ramificación primaria.

Así ha estado el arce durante su última etapa en maceta de entrenamiento


Este año y como he comentado, lo he pasado ya a una maceta de bonsái, lo he podado y lo he alambrado. Una vez terminado, mirándolo y volviéndolo a mirar, me parecía que estaba muy alto para el objetivo final que estoy buscando. Decidido y no sin algo de duda, le corté el ápice actual y un tramo insulso que era el que no terminaba de convencerme, aprovechando una de las ramas más bajas para rehacer de nuevo el ápice. El resultado me gusta, ya que no solo he conseguido un árbol más compacto, sino que además va a mejorar la conicidad de un árbol que de por si no es que tenga bastante.

Os dejo fotos de los trabajos y espero que os gusten.

Las raíces han crecido bastante bien desde el último transplante

Tras la primera limpieza de raíces ya puede apreciarse un nebari muy interesante

Raíces preparadas para entrar en la maceta

En la maceta, podado y alambrado. Muy alargado, ¿no?

Acortado, con nuevo ápice y finalizado por el momento

Vista trasera del arce

miércoles, 11 de enero de 2017

Árboles de colección: Fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) nº 1

Este árbol junto otros fresnos lo he cultivado desde semilla. Las semillas las recogí a finales del invierno de 2010 en la madrileña localidad de Rascafría, donde es abundante esta especie de árbol.

Fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) nº 1

En concreto se trata del “fresno de hoja pequeña”, o “fresno de hoja estrecha”, “fresno de Castilla” o según su nombre científico Fraxinus angustifolia, una especie vegetal tan emblemática como cada vez más escasa. El fresno es uno de los árboles que tradicionalmente aparecen en nuestros bosques aunque por desgracia y debido a las distintas tropelías realizadas por el ser humano, cada vez se ven menos.

Plantadas las semillas ese mismo año, germinaron y crecieron sin problemas durante un año. A finales del invierno de 2011, las saqué de los semilleros y las planté en contenedores para su cultivo inicial antes de pasarla a macetas de bonsái. En concreto este ejemplar fue a parar a un "macetón" en el que ha estado engordando durante estos últimos años. Los trabajos realizados básicamente han sido poda y algo de alambrado.

Fresnos engordando en el huerto shohin

Visto que ya tenía un buen desarrollo y que la estructura principal estaba formada, este año 2017 he pensado que era el momento perfecto para pasarlo a su maceta definitiva. Dicho y hecho, me puse manos a la obra y aquí os dejo el proceso y el resultado.

Recién salido de su maceta de cultivo

Las raíces trabajadas para ubicarlas en su maceta definitiva

Carbón en el sustrato para evitar problemas de raíces y ayudar al árbol a absorber nutrientes

Fresno anclado en la maceta

Árbol transplantado, ahora toca trabajar las ramas

Fresno finalizado, vista frontal

Fresno finalizado, vista trasera

Fresno finalizado, vista superior


lunes, 9 de enero de 2017

Árboles de colección: Olmo de Siberia (Ulmus Pumila) nº 1

El árbol que traigo hoy está recién salido de la tierra. Es un olmo siberiano y lo recuperé del jardín estas Navidades aprovechando el tiempo libre. Aunque todavía le falta ramificación, viendo que el tronco ya estaba bien desarrollado, que tenía una buena conicidad y que las ramas principales estaban en sus sitio, decidí que la tierra del jardín ya había hecho su trabajo y ahora le tocaba el turno a la maceta.

Así estaba el olmo antes de sacarlo de la tierra

La primera vez que cayó en mis manos fue por el 2001 y es uno de esos árboles que crecen de forma espontánea en el jardín. Desde entonces este hermoso olmo ha dado muchas vueltas. Lo primero que hice fue colocarlo en el jardín, junto con otros olmos similares que ya os iré mostrando, para que engordara. Pasado un tiempo y por falta de atención se convirtió en un palo de 2 o 3 metros de alto sin conicidad ninguna y sin ninguna rama interesante por donde dar el corte y generar un nuevo ápice. Visto lo visto, y como necesitaba un árbol de proporción 1:1 :-) por 2013 lo planté con la intención de dejarlo como árbol de sombra.

Un árbol sin ninguna gracia, eso si, apto para dar sombra

Pasado un año aproximadamente, el árbol comenzó a generar ramas bajas y fue cuando decidí que ya no iba a ser el árbol de sombra que un año atrás si pensaba que debía ser. Cogí el serrucho y zas, cortado por debajo de una rama que me podía servir de nuevo ápice.

Y así estaba para dar sombra cuando decidí que no iba a
ser esta su función
Tras el primer corte
Desde 2014 hasta ahora, el olmo ha respondido muy bien, generando gran parte de la ramificación primaria y engordando los sucesivos ápices que le he ido dejando en cada poda anual.

Una de las cosas que mas me ha llamado la atención al sacarlo ha sido el precioso nebari que se había formado por debajo de la tierra y el impresionante pan de raíces que mostraba, tanto en tamaño como en disposición de las mismas, con ninguna raíz pivotante y muchas raíces finas. A continuación y con las fotografías os detallo el proceso de la tierra a la maceta.

Haciendo un surco alrededor para poder sacarlo con el máximo de raíces
Tras un duro trabajo, el olmo sacado de la tierra 
Sólo había un tocón que impedía que el nebari fuera plano, cortado y listo
El árbol complétamente libre de tierra y humedecido...que pan de raíces!
Con las raíces trabajadas
Ahora a pasarlo a la maceta
En maceta, podado y alambrado
Vista trasera
Detalle de la ramificación