El árbol que traigo hoy está recién salido de la tierra. Es un olmo siberiano y lo recuperé del jardín estas Navidades aprovechando el tiempo libre. Aunque todavía le falta ramificación, viendo que el tronco ya estaba bien desarrollado, que tenía una buena conicidad y que las ramas principales estaban en sus sitio, decidí que la tierra del jardín ya había hecho su trabajo y ahora le tocaba el turno a la maceta.
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| Así estaba el olmo antes de sacarlo de la tierra |
La primera vez que cayó en mis manos fue por el 2001 y es uno de esos árboles que crecen de forma espontánea en el jardín. Desde entonces este hermoso olmo ha dado muchas vueltas. Lo primero que hice fue colocarlo en el jardín, junto con otros olmos similares que ya os iré mostrando, para que engordara. Pasado un tiempo y por falta de atención se convirtió en un palo de 2 o 3 metros de alto sin conicidad ninguna y sin ninguna rama interesante por donde dar el corte y generar un nuevo ápice. Visto lo visto, y como necesitaba un árbol de proporción 1:1 :-) por 2013 lo planté con la intención de dejarlo como árbol de sombra.
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| Un árbol sin ninguna gracia, eso si, apto para dar sombra |
Pasado un año aproximadamente, el árbol comenzó a generar ramas bajas y fue cuando decidí que ya no iba a ser el árbol de sombra que un año atrás si pensaba que debía ser. Cogí el serrucho y zas, cortado por debajo de una rama que me podía servir de nuevo ápice.
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Y así estaba para dar sombra cuando decidí que no iba a
ser esta su función |
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| Tras el primer corte |
Desde 2014 hasta ahora, el olmo ha respondido muy bien, generando gran parte de la ramificación primaria y engordando los sucesivos ápices que le he ido dejando en cada poda anual.
Una de las cosas que mas me ha llamado la atención al sacarlo ha sido el precioso nebari que se había formado por debajo de la tierra y el impresionante pan de raíces que mostraba, tanto en tamaño como en disposición de las mismas, con ninguna raíz pivotante y muchas raíces finas. A continuación y con las fotografías os detallo el proceso de la tierra a la maceta.
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| Haciendo un surco alrededor para poder sacarlo con el máximo de raíces |
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| Tras un duro trabajo, el olmo sacado de la tierra |
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| Sólo había un tocón que impedía que el nebari fuera plano, cortado y listo |
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| El árbol complétamente libre de tierra y humedecido...que pan de raíces! |
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| Con las raíces trabajadas |
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| Ahora a pasarlo a la maceta |
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| En maceta, podado y alambrado |
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| Vista trasera |
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| Detalle de la ramificación |
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