Y hoy lo he tenido que poner en práctica. La morera que hoy os presento fue recuperada hace dos años del jardín, y cuando lo hice, sinceramente no se en que estaba pensando, ya que si en su momento hubiera sido valiente, la habría cortado a la altura necesaria para hacer un shohin. El resultado de la recuperación, el palo de escoba que os muestro a continuación...
Y actualmente, como no podía ser de otra manera, el palo había crecido por su parte más alta, afeándolo incluso más, sin ninguna conicidad ni intención de tenerla. Gracias a la madre naturaleza, un pequeño brote había crecido más abajo y tras darle algunas vueltas he decidido convertirlo en el nuevo ápice. Con la sierra y un rato de esfuerzo, le he dado un corte lo más oblicuo posible para que luego pueda disimularse mejor. Así mismo y con una gubia lo he rebajado todo lo posible para que luego al cicatrizar cierre bien la herida.
Así estaba en la actualidad |
Y así ha quedado tras el corte. Hay que confiar en el nuevo ápice... |
Al sacarlo y transplantarlo me he llevado dos gratas sorpresas. Primero el nebari espectacular, que al acortar el árbol va a ser increíble, y segundo como había enraizado por la parte posterior. Cuando lo saqué había un lado que no tenía ninguna raíz y lo que hice fue aplicarle algunos cortes y echarle hormonas de enraizamiento. El resultado, lo que veis en la imagen siguiente...
Como conclusión, y antes de mostraros el resultado del trabajo, deciros que examinéis bien vuestros árboles y que no tengáis miedo a cortar si lo veis muy claro ya que os puede evitar el perder el tiempo durante algunos años :-) El dejar el tronco muy largo o ramas es algo que suelo ver muy a menudo con árboles que se recuperan del campo, sobre todo por gente como yo con poca experiencia.
Un futuro shohin con mucho poderío! |
Trabajo realizado el 21 de Septiembre de 2014
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