sábado, 20 de mayo de 2017

Maceta de bonsai paso a paso

Los que me leéis actualmente ya sabéis que desde principios de este año empecé a trabajar con barro y a hacerme mis propias macetas de bonsái. En una de las publicaciones en las que os enseñaba mis trabajos, mostrasteis mucha curiosidad en ver el proceso de hacer una maceta.

Hoy con esta entrada voy a tratar de saciar vuestra curiosidad mostrando paso a paso y con fotografías el proceso de una de las últimas macetas que he hecho. Es un proceso complejo y que explicarlo en una sola entrada es difícil, con lo que aquí daré unas pautas generales y más adelante iré profundizando (según también vaya aprendiendo :-) ). Todavía estoy practicando y tiene muchas imperfecciones que espero que con el tiempo y la práctica vaya solucionando. 

Lo primero de todo es estirar el barro y preparar una plancha del grosor necesario para poder sacar las piezas con las que haremos la maceta. El grosor de la plancha para esta maceta es de 0,8 mm. En un futuro y según se me vaya dando mejor trataré de hacer las macetas con un grosor menor para que sean más ligeras.

Plancha de barro lista para sacar las piezas

Una vez tenemos la plancha de barro preparada, cortamos las distintas piezas utilizando los patrones que tengamos disponibles


Piezas cortadas y listas para empezar el ensamblaje

Con todas las piezas cortadas, comenzamos a montar. Para pegar las distintas piezas utilizaremos barbotina que nos servirá de pegamento y que no es más que el mismo barro que utilizamos para hacer la maceta pero diluido. Untamos bien de barbotina las caras de las piezas a juntar y las unimos. Para que agarren mejor las piezas, podemos hacer unas marcas en las superficies a juntar, antes de aplicar la barbotina.



Paredes de la maceta montadas

Paredes de la maceta montadas

Para sujetar mejor los laterales de la maceta, por el interior de la misma y donde se juntan las paredes con la base, aplicamos un hilo fino de barro por todo el perímetro y lo amasamos para que se una a la pared y al fondo. Hacemos lo mismo con las uniones de las esquinas. Es en este momento cuando también hacemos los agujeros para el drenaje y para los alambres que luego sujetarán el árbol


Paredes y fondo terminados. Ya tiene los agujeros para el drenaje y los alambres de sujeción del árbol

Damos la vuelta a la maceta para poder poner las patas. Para las patas hacemos lo mismo que con las paredes, hacemos marcas en el fondo y en las patas, aplicamos barbotina y las pegamos en su sitio.



La maceta con las patas fijadas

El montaje está terminado y solo queda que se seque el barro para poder meterlo en el horno a bizcochar (cocer el barro a baja temperatura).


Maceta lista para el secado y bizcochado. Aplicamos algo de peso para que quede plana y no se deforme

Maceta ya bizcochada

Maceta ya bizcochada
Una vez que la maceta está ya bizcochada, toca aplicar el color y esmalte que queramos para la misma. Normalmente, primero se tiñe el barro con el color que queramos (engobe) y cuando este esté seco, ya se le aplica el esmalte, con distintos efectos (mate, brillo, desigual, etc.) para que cristalice y tome el característico aspecto cerámico. En el caso de esta maceta utilicé un engobe azul y un esmalte con brillo, para obtener un color azul profundo y brillante.

El tema de los engobes y esmaltes es todo un mundo y me llevaría mucho tiempo explicarlo aquí. Lo que si está claro es que no hay forma de saber a ciencia cierta el color final que vamos a conseguir, ya que depende del engobe utilizado, las capas que le des, como cuece en el horno etc. Más adelante y cuando tenga el tema más controlado trataré de hacer una entrada sobre ello.



Maceta con el engobe y esmalte aplicado

Lista para entrar de nuevo al horno

Una vez secado el engobe, se aplica el esmalte. Cuando está seco se vuelve a meter la pieza en el horno, está vez a alta temperatura para el acabado final.

Ya por último os dejo las fotos del resultado final.













sábado, 6 de mayo de 2017

De ficusazos por Cartagena

Os dejo unas cuantas fotos de unos ficus espectaculares que me encontré paseando por la ciudad de Cartagena. Auténticas joyas vivientes!

Ficus de Parque Torres












Ficus Castillo de la Concepción


Ficus Comandante Militar de Murcia







Ficus Calles Muralla del Mar y Adarve de Artillería